Estoy en un teatro para la presentacion de una Opera. En el escenario hay 3 tipicas mujeres regordetas vestidas de trajes victorianos rosas. Una de ella afina su voz: "Lalalalala" y luego suelta una rimbombante risilla burguesa y empieza la opera. Las 3 mujeres cantan y su tono de voz va subiendo junto con la escala musical, las luces van descendiendo de intensidad y la imagen del escenario se magnifica. De pronto todo empieza a parecerme irreal, el espacio que percibo como escenario se distorciona, transmuta su tamañano, su forma, su color, su consistencia, su sabor, su aroma, su despliegue visual y auditivo. Las cortinas rojas del telon se mueven por todo el escenario, pasan encima de las butacas y estan a punto de bajar, cerrando el telon. Antes de que eso suceda, yo me desplazo, corro hacia el telon y logro entrar antes de que este termine de devorar a una parte de los espectadores. Al entrar, el espectaculo privado continua, con una muñeca gigante que se mueve por hilos, como un titere de porcelana. Las cantantes de opera estan vueltas locas, dando vueltas por todas partes. Pedazos de cantos circulan por el aire, trozos de dialogos de teatro, proyecciones de imagenes, listones hechos de humo que deambulan por el aire. Todo un espectaculo fantasma. Despues llega Kiro, la mistica corista celestial que con una mascara veneciana me grita: "Fuera de aqui criatura abismal!!!". Yo tan solo me rio, despues de todo es tan solo una obra de teatro. Pero del suelo se levantan 50 actores disfrazados de suelo fino y voltean a verme, y sin decir una sola palabra me dan a entender que esta obra es diferente. Pues no soy tan solo espectador ni publico, pues esta es una obra participativa, y no existe diferencia entre actor y espectador, escritor y escenario, ficcion y realidad. Finalmente cae el telon, dejando las butacas solas, abandonas a su incontrovertible confusion. Ahi esta Roberto espejo, sentado a un lado de mi. Sonriente, me voltea a ver, como portador de un grande secreto me dice: "No te lo esperabas, ¿verdad?".
Y entonces desperte.
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