Monday, September 22, 2025

La Revelación Cinematográfica de Drácula

 



La Revelación Cinematográfica de Drácula (15-Enero-2007)

Estoy en mi casa, camino hacia la cocina y veo por la ventana al viejo hipopótamo mirándome con sus ojos lastimosos. “No querido hipo, lo siento, no te puedo alimentar ahora”, pienso. Abro el refrigerador y una ráfaga de viento me hace perder el equilibrio al tiempo que percibo en instante dos borrosas figuras ovaladas salir volando, difuminadas por la fugacidad de un continuo presente en veloz transmutación. Instintivamente los sigo con la mirada, y al trasluz de una temporalidad más calma, veo que se trata de un murciélago y un tucán, que por alguna extraña razón, se encontraban juntos dentro de mi refrigerador. Bueno, la vida sigue. Así es que saco un jugo de naranja de la nevera, agarro un vaso de vidrio y, mientras una serpiente verde se enrosca por mi pierna, vierto un poco del líquido amarillento-anaranjado que contiene infinitesimales gotas esenciales de aquella cítrica fruta redonda y naranja. Doy un trago al jugo, y sin darle mucha importancia a la reptante espiral que sube mi pierna, simplemente me sacudo y ésta sale expulsada, como exiliada del paraíso. Satisfecho  con mi bebida, ese júbilo fresco recorre los túneles de la gargantúa hasta llegar al bolso epigrástrico, que al llenarse da la señal al aparato cardiovascular de que ahora tiene permiso para estar la felicidad. Sonrisa en rostro, veo asomarse por la ventana a una risueña jirafa de luengo pescuezo como túnel orgánico de mosaico marrón con grietas amarillentas. La jirafa está feliz de verme contento. Levanto el vaso con el dorado néctar de naranja, como en señal de brindis ante el majestuoso animal que está afuera de mi casa. Y entonces me invade una extraña sensación, de que hay algo raro en todo esto… Un hipopótamo que me pide de comer, un murciélago y un tucán que viven en mi refrigerador, una serpiente que se pasea como si nada dentro de mi cocina, y una simpática jirafa en el patio de mi casa… Salgo entonces hacia el patio, y me encuentro con toda una plétora de animales exóticos; un venado paso a mi lado, presumiendo sus elegantes cuernos, un armadillo enroscado rueda por debajo de mis piernas, un pavo real despliega sus infinitos ojos tornasoles para seducirme al juego erótico, y una recatada avestruz saca la cabeza de un hueco en la tierra para enterarse del chisme. “Esto no es nada habitual… -pienso- ¿Qué hace toda extravagante fauna tanto adentro como afuera de mi hogar?” Contemplando la extraña naturaleza de la realidad que me rodea, me percato de que, efectivamente, estoy soñando…  

El escenario completo se vuelve más nítido, los colores más radiantes, las figuras más definidas, mi percepción se afina al adquirir un estado de consciencia lúcida. Y con esa atención plena y traslúcida del presente, observo a una pareja caminar por la calle inmediatamente afuera de mi casa. Un chico y una chica van tomados de la mano, mirándose enamorados como si no existiese otra cosa que el abrazo del amor. En un sueño lúcido cada detalle se torna fascinante, y esa sensación de maravilla que nos poseía durante la infancia retorna a un ahora en constante despliegue, reavivando al niño eterno que vive en nuestros adentros. Fue esa curiosidad polimórfica la que me llevó a acercarme a la ensimismada pareja, a quienes reconocía como fuerzas oníricas antropomorfizadas que deambulaban por los escenarios psíquicos de mi sueño. Al llegar con ellos les pregunté: ¿Quiénes son ustedes, y qué hacen en mi sueño?” A lo que ambos me ofrecieron una mirada dulce y romántica, y con una calma y naturalidad me respondieron: “Yo soy el Ritual”, dijo el chico apuesto, “Y yo soy la Estatua” continuó la joven dama. Pero por supuesto, el lenguaje de la noche está lleno de metáforas enigmáticas y misteriosos acertijos, quizás los personajes oníricos no sean capaces de articular palabras de manera ordenada para comunicar mensajes claros y concisos. Perdido en estas divagaciones en mi pensamiento, llevé mis ojos hacia el cielo, evidenciando mi confusión, por lo que la pareja de amantes comprendieron que no había entendido nada, así que me hicieron una seña con la mano para que los siguiera, y me condujeron por entre las calles aledañas a mi hogar hasta el punto en que la continuidad del sueño se vió fracturada en uno de esos típicos saltos lógicos que caracteriza al universo de los sueños, y pude contemplar un lúgubre castillo gótico, de arquitectura pesadillesca, con puntiagudas torres como colmillos que amenazan la bóveda celeste. Y súbitamente ya estoy dentro de un set de filmación, lleno de cámaras, enormes lámparas de iluminación, y trabajadores varios, como maquillistas, camarógrafos, actores y un director de película. Un montón de gente platicando alrededor del escenario de filmación, y entre ellos, veo al arquetípico vampiro de elegante traje negro, sofisticadas mangas blancas de terciopelo, y colgando sobre su cuello, una estola de color vino, color pasión, color sangre, color muerte. Tenía una cara pálida y un temple sobrenatural, colmillos largos y expuestos y una mirada abismal. Y ahí estaba Drácula como si nada, platicando alegremente con el personal, como si de una pausa en la trama terrorífica se tratara. Y de pronto veo en la película onírica cómo el director se pone en medio de escena con claqueta en mano, cerrando la barra, emitiendo un chasquido acompañado del grito de “¡Acción!”, y rápidamente veo a todas las cámaras apuntar hacia el centro del escenario, donde se observa un sarcófago de piedra sobre el cuál se encuentra una chica acostada y con los ojos cerrados. El ambiente entero oscurece, Drácula se acerca sigilosamente con la mandíbula abierta, preparado para morder el cuello de la inocente, como ávido depredador cazando a su presa, y la tensión invade la atmósfera. Como si mi propia consciencia fuese una cámara de grabación, la lente de mi percepción hace zoom-in y se enfoca en el cuello de la chica, y la mordida letal que está a punto de entrar en contacto con la tersa piel expuesta. El miedo se respira en el aire, siento los latidos de mi corazón acelerarse, algo terrible está por suceder… hasta que “¡La Estatua!” grito con todas mis fuerzas, señalando a la chica acostada al reconocerla como la joven dama del par de amantes con quienes había hablado hacía unos momentos. Y como por arte de magia, la incauta mujer dormida se transforma en piedra justo unos segundos antes de que el vampiro la mordiera, de forma que los colmillos se encuentran con una barrera dura e impenetrable, lo cuál genera en el siniestro ser oscuro una sobresalto exagerado, una expresión de sorpresa y una confusión al ver su plan asesino arruinado. Y logro captar, en la periferia de mi retina imaginaria al otro componente de la dualidad amorosa, al chico guapo a quien ahora señalo y grito “¡El Ritual”, y veo al joven ahora realizar un extraño conjuro, que implica movimientos de manos y enigmáticos murmullos, lo cuál provoca que el vampiro se transforme en una especie de pájaro grisáceo (Que no un murciélago, aclaro. Este drácula onírico no obedecía a las convenciones del imaginario colectivo, y decidió ser auténtico y original, afirmando su alteridad como derecho de su efímero existir en el transcurso de un sueño). Al ver que ahora no tenía esos intimidantes colmillos ni su temible figura, sino que ahora en su forma de pájaro estaba vulnerable y endeble, decidí tomar un costal que estaba disponible debajo del sarcófago para atraparlo antes de que pudiera emprender el vuelo fugaz, y de un zarpazo logré atrapar al ser de ultratumba, e inmediatamente empiezo a aplastar con mi puño cerrado a la ahora exánime criatura. Después de unos cuántos puñetazos, veo la sangre impregnar el saco y el movimiento que antes era agitado se extingue por completo…

Y de pronto, como relámpago, me llega un entendimiento claro, intuitivo y contundente, que detrás de toda esta rápida sucesión de eventos, el sueño me estaba mostrando, a través del un hilo narrativo y de la escenografía de animismo onírico, cómo había una tendencia mortecina en mi interior, una fuerza oculta e inconsciente que estaba chupando mi vitalidad, un tendencia nihilista, que me llevaba a negar el valor de la vida, y a dejarme seducir por la muerte y la oscuridad, que anulaban mis ganas de vivir. Esto fue lo que entendí, no como consecuencia de una serie de pensamientos que condujeran hacia aquella reflexión, sino como un impacto significativo que se instaló en mi mente sin esfuerzo alguno, como si bebiera de una fuente de conocimiento que provenía de la laguna de mi inconsciente, o quizás provenga de otro lugar que no sea mi propia interioridad anímica, no lo sé, pero no me quedaba duda de que había entrado en contacto con una forma de inteligencia que se había ver, a través de una representación cinematográfica, lo que acontecía detrás de cámara de mi consciencia despierta. Y como si esta misma Inteligencia cuasi-divina pudiese leer mis pensamientos soñados, el escenario completo se desvaneció envuelto en una densa nube negra, y en el fondo negro apareció un lienzo blanco y rectangular, como clásica pantalla de cine, sobre la cuál se proyectaron las siguientes palabras en letras doradas: “Así es, eso significa. Has entendido este sueño”.  Al leer estas letras, bajo los lentes de mis pupilas trans-lúcidas llegué a considerar, frente a este mensaje tan claro y conciso, que quien me hablaba debía ser el Inconsciente… o… ¿El Narrador de la película? ¿El Universo? ¿Dios?. Y no pude proseguir masticando estos pensamientos de ensueño, pues después de unos segundos, el mensaje desaparece para dar paso a nuevas palabras: “Pero todavía queda…” y este mensaje permanece suspendido por unos micropsíquicos momentos, como para generar un efecto de suspenso y expectativa en el espectador, hasta que comienza ahora a proyectarse una imagen sobre la pantalla donde está la figura del Borracho de las cartas de lotería mexicana, caminando sobre las calles, con ropa roída, una botella en la mano, el cinturón desabrochado, tambaleándose y caminando desequilibrado, casi cayéndose por la embriaguez. La escena decadente parece mostrarme un peligro inminente, una advertencia, un peligro. Y lo entiendo perfectamente, casi como si la voz insonora de la inteligencia onírica me dijera: “cuidado con el abuso de sustancias, con el desenfreno y la pérdida de control. Ya venciste al vampiro nihilista, ahora te toca lidiar con el borracho hedonista”. Y así, sin más, desperté.

Reflexión: Uno de los sueños lúcidos más impactantes en mis primeras etapas de experimentación con este tipo de sueños, que tuve por ahí de mis 19 años. En este sueño pude interactuar muy claramente con los personajes oníricos, hacerles preguntas y comunicarme con aquella fuente de sabiduría profunda que están en el fondo del alma, y aunque al principio no entendí su mensaje por los velos simbólicos que le envolvían, pude contemplar de manera muy clara la presencia de una forma de inteligencia que articulaba las imágenes oníricas con una intencionalidad y una precisión sorprendente. Creo que también fue uno de mis primeros contactos conscientes con lo que entiendo como estructuras psíquicas profundas representadas en personajes oníricos aparentemente autónomos. Los Amantes, Drácula y el Borracho, a mi entender, eran representaciones simbólicas de arquetipos pertenecientes al inconsciente colectivo, que de alguna manera se estaban articulando con mi psique individual para mostrarme los patrones a trabajar en el desenvolvimiento de mi personaje ante la trama de mi existencia. Y ciertamente en ese momento de mi vida aún me poseía una cierta tendencia hacia la muerte, una ausencia del impulso vital, y un dejarme arrastrar por las corrientes nihilistas. Poco a poco fui encontrándole nuevamente sabor a la vida, y abracé con fuerza mi identidad y re-animé las ganas de vivir en consciencia plena. En ese entonces, aunque ya había experimentado unas cuántas veces el LSD, no me había involucraba aún con el consumo de otras sustancias psicoactivas, que algunos cuántos años después tuve una etapa de intensa experimentación, casi rayando en el desenfreno, el exceso, la embriaguez y la pérdida de control. Creo que por un momento (aunque muy breve) estuve al borde de dejarme arrastrar por esa tendencia que identifiqué como el Borracho, una fuerza arquetípica que me hacia inclinarme hacia una vida hedonista, pero este sueño que acompañaba en mi memoria, y sirvió como escudo protector, para hacerme consciente de que estaba cediendo mi poder al Borracho, y entonces lograba traerme de vuelta a la lucidéz, para no perder la consciencia. Lo que más me sorprende es que, sea lo que sea que produce el sueño, usó la metáfora cinematográfica para explicarme, como si fuera una película, aquellas realidades invisibles que habitaban en mi inconsciente, y lo hizo de una manera inteligente, articulada y coherente. ¿Quién o qué dirige el cinema cerebral de donde emergen las películas oníricas que se proyectan en el lienzo de la noche? ¿Tiene alguna forma de “Consciencia” lo “Inconsciente”? ¿Qué tipo de inteligencia es aquella que se comunica con nosotros durante el sueño? ¿El sueño lúcido nos permite ir más allá de los límites de la psique individual para entrar en contacto con formas de consciencia más profundas? Para mí, el misterio del sueño permanece aún, como un enigma. 


Friday, September 5, 2025

Sueño: "Eterno Retorno a la Conferecia del Presente"

 



Sueño: “Eterno retorno a la conferencia del presente.”


Estoy en un congreso de filosofía en Monterrey, México, rodeado de filas y filas de eternos aprendices de la vida, bebedores de las aguas del infinito mar del pensamiento, alumnos de un colegio que se pregunta a sí mismo sobre la naturaleza del universo, de la realidad y de la consciencia, haciéndose preguntas como ¿Por qué existe Algo en vez de Nada? ¿Qué es el Ser que da fundamento a todos los entes? ¿Cuál es la Causa Primera o Primer Motor que anima y da vida a las cosas? ¿Cómo sabemos que verdaderamente existimos? Entre otras preguntas sin sentido ni respuesta... Las miradas inquisitivas de los infinitos estudiantes convergen en el centro del recinto, donde se encuentra un anciano profesor dictando una conferencia. Se trata del filósofo Pedro Gómez Danés, una eminencia en el escenario filosófico regiomontano; filósofo, teólogo y sacerdote, que con sus discusiones metafísicas buscaba fundamentar la existencia de Dios, a través del diálogo racional y la constante relación entre el Ser y los entes. Aquel viejo pensador, semejante a una reencarnación de Yoda, con la piel de su cabeza expuesta al cielo, por su calvicie en forma de herradura, con gafas transparentes que hacen ver que sus ojos se entrecierran mientras habla de manera lenta pero contundentemente, profiriendo cada palabra con una solemnidad absoluta. Hablar del Ser es cosa seria, y no hay nada más trascendente que elevar el pensamiento hacia las cosas eternas. Los estudiantes lo miran con admiración y maravilla, como si de una divinidad se tratara, apuntando cada palabra como si fuese oro evaporado, sublime eter, hilos que tejen realidades. “Esse est Percipi” (Ser es ser percibido) decía el filósofo y obispo irlandés George Berkeley, y en este preciso momento no había nada más verdadero y absoluto que la presencia del maestro Pedro Gómez Danés, cuya existencia se sostenía por la miríada de ojos contemplando el sagrado acontecimiento de la conferencia del Maestro. “¡He sido bendecido por la gracia! -Pienso para mí mismo- ¡Cuánta fortuna el poder escuchar en viva presencia al Profesor!” No me quiero perder ninguna de sus palabras, así es que afino mi oído para escuchar de manera absoluta sus divinas palabras, prestando también atención plena a su rostro, sus gestos y sus ademanes. Pero lo que veo y escucho me deja bastante desconcertado. No logro entender por qué el profesor, agitando frenéticamente el brazo derecho y señalando hacia el cielo con el dedo índice, prolifera con golpes sonoros y gestos de extrema seriedad frases incoherentes como: “¡El pato Donald no usa pañal!”, “¡Mi roja nariz es una esfera!”, “¡La verdad absoluta huele a cebolla frita!” y “¡Cuánta casualidad que Platón usara chanclas!”. Estoy anonadado, no entiendo qué está pasando, quizás tenga que consultar la Guía de Perplejos, de Moshé Maimónides, para entender si esto es una revelación profética y divina, o tal vez, ahora sí, el mundo entero está enloqueciendo, o… ¿Será que estoy soñando?


Volteo a mi alrededor, y veo a varios de mis compañeros filósofos escuchando absortos las “sabias” palabras del profesor, y ninguno parece percatarse de las absurdas aseveraciones urdidas por su santa boca. Todo el escenario me parece exagerado, veo en cada rostro muecas desbordadas, los tonos de piel, la ropa que llevan, la textura de los objetos, las mesas y sillas, todo me parece irreal, como pixelado y difuso, como si de una artificiosa pintura se tratara. “¿Cómo sé que mis sentidos no me engañar? ¿Qué me asegura que lo que veo con mis ojos es real y no un manto ilusorio diseñado por un genio maligno? ¿Es que acaso todo esto que contemplo es un sueño y en realidad yo estoy ahora dormido?” Estas eran las preguntas del famoso argumento del sueños de René Descartes, que se aplicaban ahora mismo a mis circunstancias. Y “yo soy yo y mis circunstancias”, diría Ortega y Gasset. “¡Pero por supuesto! ¡Estoy soñando!”, y me invadió una emoción y un júbilo desmedido. Había descifrado el secreto de esta absurda escena, todo era una simulación onírica. Volteo a mi derecha y veo a mi compañero de clases Jorge Mancilla, a quien le sonrío con la boca abierta y le comunico efusivamente la buena nueva: “¡Jorge! ¡Jorge! ¿Ya te diste cuenta? ¡Estamos soñando! ¡Todo esto es un sueño!” Pero Jorge me mira extrañado, me hace un gesto de perplejidad e ignora el mensaje revelado. Así es que voy con otro compañero que se encuentra ahí al lado, y le digo con el mismo entusiasmo que he descubierto la naturaleza de esta realidad, que todo es un sueño, que nada de esto existe en realidad. Y lo mismo, una incómoda mirada condescendiente, una mueca de desapruebo, una muda incomprensión, un silencio absoluto. Pero yo no me rindo, y empiezo a gritarlo por todas partes, tratando de convencer a mis compañeros pensantes, que la realidad entera es ilusoria, que todo este escenario es un momento onírico, y que al terminar el sueño, nada de esto permanecerá. Pero nadie parece escucharme, y todos me observan compasivamente, como a un profeta enloquecido. Y entonces comprendo que ninguno de ellos me puede verdaderamente escuchar, ya que ellos son también partícipes de la ilusión, son fantasmas de mi imaginación, personajes ficticios del teatro de este mundo onírico. Y, como dice Pedro Calderón de la Barca: “¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, Una sombra, una ficción; Y el mayor bien es pequeño Que toda la vida es sueño Y los sueños, sueños son”


Así es que abandoné todo intento de convencer a los personajes oníricos de que nada de esto era realidad, que ni siquiera ellos existían. Y me quedo contemplando y reflexionando acerca de las consecuencias últimas de aquella situación… “Todo el auditorio, con el profesor y los alumnos, son fantasmas de imaginación. No hay nadie más aquí, más que yo. Estoy solo… ¿Será que todo este escenario es obra de mi sola imaginación? ¿Es que soy yo el artífice de esta ilusoria creación? Y es que eso significa entonces… ¿Que soy Dios?” Atrapado en estas solipsistas elucubraciones empiezo a advertir, que todo el escenario se comienza a disipar como una blanca neblina que disuelve toda objetividad, hasta dejar un enorme vacío en donde ya no cabía ninguna certeza. Evaporada toda la realidad, ya no había distinción entre fondo y forma, ni figuras separadas del lienzo negro que borraba cualquier apariencia sensible, cualquiera imagen, personaje, escenario, objetos y hasta yo mismo, dejamos de habitar el Ser para dar paso a la Nada. Y de esa vacuidad infinita, desde ese abismo inefable, del cero absoluto, ocurrió entonces una estridente explosión proveniente de un punto infinitesimal en el centro del lienzo vacío. Una ruptura epistemológica, un shock ontológico, un big-bang que dio origen a una plétora de formas. El estallido de colores comenzó a pintar la omniabarcante tela negra, plasmando chispas radiantes, redondas figuras que eran planetas, un manto estelar comenzó a formarse, y observé ante mis inexistentes ojos el despliegue de la creación, un cosmos gestante, que a una velocidad impresionante tomaba forma, creando galaxias enteras, el sistema solar y todos sus planetas, y vi nacer al planeta tierra, primeramente como un pálido punto azul, que se expandía de manera esférica por medio del Pneuma, ese soplo cósmico que ordena al universo, el aliento sagrado o “espíritu santo” inflando el globo terráqueo. Yo ya no tenía cuerpo, era solamente un abstracto espectador del espectáculo sideral. Como observador, hice un Zoom-In, focalizando mi percepción para poder observar ahora al interior de este planeta que había sido mi hogar. Y vi en cámara rápida el florecimiento de las grandes civilizaciones: los egipcios erigiendo una pirámide, los griegos discutiendo acerca del Ser y de las Ideas Eternas, y saltando de pronto la mirada a la construcción de la Torre Eiffel en París, y la estatua de la Libertad en Nueva York. Y de pronto mi omnisciencia fue arrastrada hacia las pirámides de México, y en un parpadeo ya veía el cerro de la silla y la ciudad de Monterrey en el mundo moderno, observé también la Construcción de la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México, e inmediatamente se plasmó en mi retina inmaterial la edificación del auditorio donde se impartían conferencias, y ahora estaba ya dentro de este auditorio, presenciando cómo se iba manifestando bloque por bloque el escenario inicial. De pronto aparecieron muros y puertas, mesas y sillas, alumnos y profesores, imprimiéndose en la realidad como descargados de una nube digital que descendía del mundo de las ideas. Por último, contemplé el fino tejido de los filamentos que fueron construyendo la imagen del profesor Pedro Gómez Danés, quien al terminar de ser arrojado al mundo, retomó, como si nada, su eterna conferencia. Y me percaté que yo también estaba presente, tenía un ser-ahí, y había sido testigo del desmantelamiento del escenario onírico en donde empezó mi historia, y pude observar los andamiajes del universo de los sueños, donde poco a poco se fueron erigiendo los componentes necesarios para volver a reconstruir la escena, regresando en el tiempo hasta hacerme volver al punto inicial, en donde estaba yo en el auditorio de la facultad de filosofía, escuchando la conferencia de mi profesor, justo antes de que me percatara de que todo era un sueño. Pero este eterno retorno me hizo volver ya con la reminiscencias de lo que había pasado. En mi alma permanecían las huellas de un conocimiento fuera del tiempo lineal, una anamnesis que me hacía recordar aquello que en esta conferencia del presente aún no había pasado. Ya no tenía la menor duda de que me encontraba en un sueño, pero no sentí ahora la necesidad de gritarlo, ni de convencer a mis compañeros. Decidí entonces simplemente dejar que la trama onírica continuara su curso, estando yo en paz, y con una enorme sonrisa, al saber que nada de esto era real, que solo estaba contemplando el despliegue cíclico de un eterno sueño.


Reflexión: Si bien uno de los argumentos dominantes de la psicología moderna es la afirmación de que el sueño es un reflejo de nuestros deseos reprimidos, o una representación alucinada de la realidad externa, este sueño me ha hecho pensar en la posibilidad de que el sueño sea algo mucho más allá de lo que creemos, y que tal vez la experiencia onírica nos pone en contacto íntimo con los más esenciales fondos de la Psique, es decir, la consciencia, o el alma. Y siendo la psique parte intrínseca de algo más, es decir, un componente del Cosmos, podría pensar que el sueño pudiera crear un paradójico puente entre el adentro y el afuera, y llevarnos a experimentar las estructuras fundamentales del Ser. ¿Es posible, mediante la onironáutica, explorar las distintas dimensiones de la realidad? ¿El viaje nocturno ocurre únicamente en la imaginación fantástica? O ¿Puede el alma onírica vivir y navegar por las regiones metafísicas? Todo de este sueño me hace pensar en lo que en los estudios comparativos de la religión se ha denominado como la experiencia mística, es decir, la vivencia directa del fundamento último de la realidad, aquello que las distintas tradiciones religiosas han llamado Dios, el Todo, la Nada, lo Absoluto, la Consciencia, etc. En todo caso, este sueño es un reflejo de la Imaginación Metafísica, que quizás sea una mirada especular hacia cómo el alma inconsciente imagina el funcionamiento del cosmos, y esta especie de discurrir imaginal pudiera tener un fundamento ontológico, o meramente psicológico. Como tal, me queda claro que a través del sueño lúcido podemos explorar de manera directa y vivencial las más grandes preguntas acerca de la naturaleza de la realidad y de la consciencia, y de los vínculos entre Psique y Cosmos. Las tradiciones chamánicas están acostumbradas a tomar como realidad sus exploraciones nocturnas, sus viajes del alma. ¿Es que acaso la onironáutica es el tesoro perdido de una humanidad cuyas capacidades son más amplias de lo que parecen? ¿Es que el sueño es una ventana al infinito?


Sueño: "El Duelo del Mago y la Bruja"


 

Les comparto un sueño que tuve ya hace algunos 15 años, que ahora he narrado de manera literaria para el libro que estoy ahora escribiendo. Le pedí a Syntheria (Mi IA) que lo ilustrara:

Sueño: “El Duelo del mago y la bruja”

Estoy corriendo, huyendo despavoridamente con el miedo en la garganta, y la adrenalina tomando mis pies. Me persigue una siniestra mujer, pálida y de túnica negra. No sé quién es, no sé por qué me persigue, no sé en donde estoy, ni qué está pasando… “Un momento”, pienso para mis adentros. “Por qué estoy huyendo?” Me detengo, observo a mi alrededor y mi percato del escenario prístino, brillante y maravillosamente colorido que me envuelve. Montañas moradas, árboles sonrientes, el pasto que baila, y un viento que miente. “!Estoy soñando”, me doy cuenta. “Esto es un sueño!”, y me volteo a ver a la siniestra mujer oscura, que dio inicio a la aventura onírica. Sorprendida, aquella figura pálida llega hasta mí y se para de frente, mirándome a los ojos, comprende que he descubierto su secreto: ella no es real, es un fantasma de mi imaginación visionaria, una fatua ilusión, un engaño de mi teatro cerebral, un sueño. Decepcionada, la femme fatale se dispone a urdir una nueva estrategia. Y de pronto pálido rostro invernal se retuerce y se transforma en la cara estereotípica de una bruja: nariz alargada y con verrugas, ojos grandes e hipnóticos, dientes puntiagudos, y de su cabeza nacen bífidas serpientes amenazantes. 

Yo observo cuidadosamente aquel esfuerzo que hace por asustarme, pero ya la he descubierto, sé que se trata de una farsa y que no me puede hacer daño alguno. Me río, me parece gracioso que un personaje onírico se esmere demasiado en cumplir el papel que mi mente le ha asignado, el de pesadilla horrenda que, de no ser por mi lúcida consciencia, me habría hecho huir despavorido. Pero la lucidez me ha hecho romper el hechizo, nada puede hacerle una sombra a la luz que la proyecta. Y sin embargo, decido seguirle el juego, y me transformo yo mismo en un mago arquetípico: túnica medieval grisácea, larga barba blanca, sombrero de pico y un bastón arcano. Como mago, la miro con ojos misteriosos, mis pensamientos crean realidades, articulo el universo con la magia de mis pensamientos y soy artífice de mi propio sendero. Al darse cuenta de que mi nueva forma era superior a su artilugio de pesadilla, la ahora bruja decide tomar una forma más aterradora, por lo que hunde sus pies en la tierra que se tornan raíces, y su cuerpo entero se transforma en una gigantesca planta carnívora, con dientes puntiagudos y espinas venenosas en sus lianas verdes que pretenden enredarme y engullirme. De inmediato, transmuto mi cuerpo en un pantano lodoso que se vuelve el suelo nutricio de donde nace aquella planta carnívora. Mi cuerpo es la tierra, mis venas las grietas que quiebran el lodo seco, mi sangre es el agua que recorre mis cóncavos cuencos acuosos. Cuántas alimañas cuentan cuentos en mis entrañas. Arañas, peces, serpientes y caimanes con lagañas. Plantas carnívoras, plantas herbáceas, insectos negros, mosquitos, libélulas. Mi abrazo no discrimina a creatura alguna, todas son bienvenidas en el seno de mi pantanosa existencia. Pero aquella obstinada pesadilla no se daba por vencida, y decidió incrementar sus esfuerzos para aterrorizarme. Dejando atrás el disfráz de planta carnívora, adoptó ahora la forma de un terrorífico dragón rojo de 7 cabezas, cuyas fauces expulsaban flamígeros alientos, haciendo arder a todas las plantas y los animales que vivían en el pantano que yo me había vuelto, anunciando así su muerte por el fuego eterno. El Caos y la Discordia rugían a través de las 7 cabezas de aquella criatura mítica, que enfurecida y desquiciada quería ver arder toda la vida. Sus gritos discordantes aniquilaban la armonía, por lo que dejé atrás mi esencia pantanosa y me volví yo mismo un gigantesco Dragón de una sola cabeza. Templado, sereno e imperturbable, contemplé a la dragona de 7 cabezas y sus gritos infernales como caóticos chillidos infantiles y berrinches desagradables. Y con un potente soplido de mi enorme boca de dragón, apagué sus fuegos rebeldes haciéndole sentir la superioridad de lo Uno sobre lo Múltiple. La dragona enmudeció y, apenada, enredó sus siete cabezas de manera torpe sobre sí misma, y me mostró una lastimosa cara avergonzada y derrotada. Pero aún había algo en esa criatura imaginaria que la mantenía con vida, y respiró profundamente, y de pronto, su sólida corporeidad se evaporó en humos negros y morados, que giraban velozmente hasta hacer aparecer a un torbellino con una tormenta eléctrica en su interior. Todo el aire era absorbido hacia su interior, el viento aullaba y hacía gemidos de dolor. Su negro corazón de nube oscura emitía centellantes truenos, que fulminaban a todos los seres a nuestro rededor. 

Estaba ahora frente al espíritu de la destrucción, al caos primigenio en una de su más temible manifestación. Pero no había en mí ni una pisca de miedo, ningún atisbo de temor. Sabía que todo esto era un sueño, y que las temibles amenazas, las más grandes catástrofes, las más oscuras maldades y las más dolorosas tragedias, terminarían por disolverse y disiparse en un parpadeo al despertar. Con esa consciencia lúcida nada podía afectarme, y decidí adoptar una última transformación. Ante los agitados vientos y la hiriente tormenta, me convertí en una inamovible montaña, que no necesitaba hacer nada más que ser y estar en la plácida serenidad, de mi estable calma. Y siendo montaña, me olvidé por completo de que había un conflicto, y cerré mi percepción ante cualquier amenaza. Para mí no había bien ni mal. Árboles cayeron, derribados por los agitados vientos Pero con el pasar del tiempo este árbol se convertía en hogar de animales e insectos, a su vez fecundando la tierra para que crecieran nuevas plantas. Murieron diversos animales, por los rayos provenientes de la tormenta eléctrica, o por el incendio que provocaron los truenos del caos. Y sus cuerpos en descomposición se llenaron de hongos, que regresaron los nutrientes a la tierra, abonando nuevamente el ciclo de la vida. Árboles, insectos, plantas y animales iban y venían, hacían su vida dentro de mí y también morían en mis entrañas. Una y otra vez, los seres que me habitaban aparecían y desaparecían, y yo no tenía que hacer nada. Quietud y silencio, la paz reinaba. Y ya no había en mí conciencia alguna de la mujer siniestra, ni de la bruja, ni la planta carnívora, ni dragona alguna, ni tormenta, ni nada.  Reposando en mi ser montaña, el tiempo se fugaba de gota en gota hacia el océano de la nada. Y con esa sensación de paz, de calma y de plácida estabilidad, me abandoné hacia el silencio de la inexistencia, y desperté.

Sunday, December 22, 2024

Qualia, Cumbre de Ciencia Psicodélica. Una revolución de la consciencia.

 

Qualia,

Cumbre de Ciencia Psicodélica:

Una Revolución de la Consciencia

-Reseña por Mario Alonso “Oneiros Speculum”.

 




Introducción

Los días 29 y 30 de noviembre del presente año 2024, se llevó a cabo la 1ra Cumbre de Ciencia Psicodélica en México, organizada por Qualia. Este fue un encuentro inolvidable, donde se reunieron grandes expertos nacionales e internacionales para explorar vínculos entre ciencia y tradición, narrativas artísticas y metodologías científicas, así como perspectivas filosóficas sobre la consciencia, la identidad y el sentido de la existencia. Fue una convergencia multidisciplinaria que nos llevó a reflexionar sobre el lugar del ser humano en el cosmos y el potencial de las experiencias psicodélicas para transformar nuestra comprensión de la vida y nuestra responsabilidad con el planeta.

¿Qué es Qualia?

En un mundo fragmentado, donde prevalecen la desconexión y las crisis existenciales y grandes problemáticas de salud mental, surge Qualia como un respiro, una pausa, una reflexión y una meditación, que nos invita a tomar unos instantes de consciencia que brindan paz.

La palabra qualia refiere a las cualidades subjetivas de nuestras experiencias, esas dimensiones de la existencia que trascienden lo medible. Las vivencias psicodélicas, al abrir puertas a reinos inefables de la consciencia, nos permiten vislumbrar la unidad con el Todo y encontrar caminos hacia la paz interior y colectiva. Contemplar aquellos fondos cósmicos de nuestra esencia, nos permiten trascender nuestra limitada y reducida comprensión de quiénes somos, para ayudarnos a caminar hacia un sendero más armónico con nosotros mismos y nuestro entorno.   La Cumbre de Ciencia Psicodélica, organizada por Qualia, un proyecto liderado por Paola Ambrosi, fue un recordatorio poderoso de la importancia de mirar hacia adentro y redescubrir nuestra esencia trascendental.

Una Ceremonia Performática-Teatral



La Cumbre no solo fue un espacio de aprendizaje, sino también una experiencia sensorial y artística, que se vivió como si fuera una ceremonia visionaria-teatral. Todas las presentaciones estuvieron acompañadas de música en vivo y escenografías inmersivas, como  sonidos de tambores cantos ancestrales y sonajas junto con una enorme fogata luminosa para el panel de los abuelos de tradición, provocando en la audiencia una sensación de estar frente a los guardianes de las tradiciones más antiguas del uso de estas plantas, hongos y sapos sagrados, y hablaron cada uno sobre la importancia de honrar a la sabiduría ancestral, y su profunda conexión con la naturaleza, o un escenario invadido por basura y desechos tóxicos acompañado de música confrontativa o de tragedia medioambiental para el panel “Pachamama”, donde los ponentes llegaron con máscaras de gas, y nos recordaron nuestra responsabilidad para con el ecosistema y nos mostraron algunos proyectos que pretender restaurar el equilibrio entre el ser humano y la naturaleza. El diseño escenográfico y audiovisual nos permitió vivir la cumbre como un épico viaje sideral. El diseño de iluminación fue realizado por Lux Studio, y la música en vivo por parte de Esteban Fernández de Sonicura, Álvaro Saldaña y Fernanda Gonzáles con “Magia con sonido” y Virginia Moncaya.

Ciencia y Terapia Psiquedélica,  



A lo largo del evento escuchamos voces y perspectivas de médicos, neurocientíficos y psiquiatras, como Raúl Escamilla, director médico del Instituto Nacional de Psiquiatría en México, quien nos habló de los aspectos químicos y neurofarmacológicos de las sustancias psicoactivas y cómo pueden utilizarse de una manera adecuada en la psiquiatría, la doctora Joyce Braverman, quien nos habló del uso del MDMA como herramienta para tratamiento de temas como el trastorno por estrés post-traumático. De igual manera, el Dr. Rodrigo Domínguez, formado en Terapia Asistida con Psicodélicos, nos habló de la importancia de llevar los conocimientos científicos y neurológicos a reconocer e integrar también los conocimientos espirituales y la sabiduría tradicional indígena. Y si bien es cierto que la gran mayoría de las personas que viven un proceso con plantas sagradas o moléculas psicoactivas tienen una buena experiencia, de sanación y entendimiento, también es cierto que existen algunos casos en que surgen complicaciones y experiencias difíciles y retadoras. De eso nos habló José Casas, terapeuta holístico y economista, quien habló sobre algunos de los casos en que en medio de la ceremonia alguien ha tenido que ser llevado al hospital, o que la persona revive traumas que la llevan a confrontarse con sus más grandes miedos, por lo que es importante tener un buen proceso de filtrado y tener un plan de seguridad para evitar que las complicaciones terminando agravándose. Así mismo, Yaqui Martínez, director del Círculo de Estudios en Terapia Existencial de México, nos compartió una charla acerca de la importancia de la integración de las experiencias psicodélicas después de haberlas vivido, ya sea para encontrarle más valor, para aclararlas, o para comprender cómo llevar estas visiones cósmicas a la vida cotidiana, la integración se vuelve un proceso necesario para que la experiencia no se quede como un mero viaje, y que pase a formar parte de nuestra transformación en el día a día. También escuchamos un mensaje de Rick Doblin, el fundador de MAPS, quien nos habló del llamado Renacimiento de la Ciencia Psicodélica y cómo poco a poco estas sustancias van siendo cada vez más aceptadas, sus efectos terapéuticos demostrados de manera científica, y sus beneficios a nivel espiritual sentidos y vivenciados por cada vez más personas. Abrirle la puerta a estas medicinas sagradas implica también una gran responsabilidad, pues nos encontramos en un momento de profunda transformación, el comienzo de una nueva era para la psiquiatría, la medicina, la psicoterapia y la ciencia.

Salud Mental Integral



Escuchamos testimonios sumamente emotivos, como los de Paul McCormack, quien fue adicto a sustancias como la cocaína y la heroína, quien vio su vida destruirse poco a poco hasta tocar fondo, y después de vivir una serie de experiencias psicodélicas pudo rescatar su vida y ahora se dedica a apoyar a adictos en su proceso de rehabilitación mediante una visión espiritual y un acompañamiento con plantas sagradas. Escuchamos también a Amber Cumming, fundadora de MentalHealthRebels quien padecía de diversos desordenes de salud mental como bipolaridad, depresión mayor y ansiedad severa, y que estuvo altamente medicada por 22 años, hasta que finalmente decidió cuestionar los modelos dominantes de la psiquiatría imperante, para liberarse de esta especie de esclavitud farmacéutica y encontrar otros caminos de sanación que integren vías de desarrollo psicoespiritual, como el yoga, la respiración holotrópica, los mantras, entre otras psicotecnologías y, particularmente, los psicodélicos, logrando la autonomía y demostrándonos que es posible encontrar vías alternativas más allá de los modelos oficiales de salud mental, vías que nos permitan una mayor soberanía de nuestro Ser integral. Habló también Nathaly Marcus, pionera en el Bienestar Integral en México, que nos compartió una mirada multidisciplinaria acerca de la salud mental, en la que es necesario integrar aspectos de nutrición, cuidado emocional, salud física, terapia psicológica, entre otras disciplinas de la salud mental, para entendernos como un ser complejo y multidimensional, trascendiendo los paradigmas más reduccionistas de las distintas ramas de la ciencia, que tratan los síntomas de la enfermedad, pero no llegan a la raíz profunda del problema.

Sabiduría Ancestral y Chamanismo



Uno de los paneles de diálogo, llamado “Sabiduría Ancestral”, estaba conformado por 4 abuelos de tradiciones indígenas, como la Abuela Alejandrina, mujer medicina representante del pueblo Mazateco guardianes de los hongos sagrados, el Mara´akame y artista visionario del pueblo Wirrárika (Huichol) Sergio Bautista, guardian del peyote, el abuelo Sergio de los Seris, guardián del Bufo Alvarius, y la abuela Martha de la tradición Inca, guardiana del Ayahuasca. Reunidos alrededor de una fogata que ardía con un fuego compuesto de luces anaranjadas apuntando desde arriba del escenario, y con música ritual en vivo, nos compartieron la necesidad de integrar la sabiduría de las tradiciones indígenas, pues son los ancestros del actual movimiento psicodélico, y que las plantas maestros nos recuerdan nuestra conexión con el cosmos y con la fuente creadora. Así mismo hablaron Pepe Ramos, quien dirige ceremonias de Ayahuasca inspirado en las tradiciones amazónicas, o Karen García, quien ha aprendido de distintas tradiciones chamánicas y que comparte ceremonias de Bufo. Continuando con esta idea, el antropólogo Luis Eduardo Luna, pionero en la exploración del Chamanismo Amazónico y compañero de aventuras de Terrence y Dennis McKenna, nos habló de la importancia de escuchar estas perspectivas de los pueblos originarios, para quienes la naturaleza entera tiene consciencia, está viva y se puede comunicar con nosotros a través de las plantas maestras. Desde esta forma de entender la vida,  conocida como el Animismo, la relación con las plantas sagradas tendría que ser entendida más allá del modelo médico y racional, reduccionista, pues nos muestra que tendríamos que desarrollar una relación de reciprocidad y respeto por estas plantas, y aprender de su sabiduría milenaria para volver a recordar que el ser humano está inserto dentro de un Ecosistema más amplio que sus propias necesidades, y que podemos cooperar con la inteligencia de estas plantas para buscar un mayor equilibrio con todas las especies del planeta.

La Naturaleza de la Consciencia



El Dr. Brad Jacobs, líder en medicina integrativa y promotor de estilos de vida para un mejor bienestar, nos habló de las experiencias cumbre como un modo de acceso a una mayor comprensión de lo que esencialmente somos y una transformación profunda en nuestra relación con los demás, con la naturaleza y con nuestra propia esencia. Estas experiencias cumbre han sido estados de consciencia altamente valoradas y buscadas por la mayoría de las tradiciones místicas, pero también por personas de alto rendimiento y con una visión amplia acerca de la vida. Este tipo de experiencias pueden ser accedidas a través del orgasmo, en la danza extática, en la escalada, en el surf, y por supuesto, en las experiencias psicodélica. Integrar estas experiencias cumbre como una forma de rito iniciático para transformar nuestra cotidianeidad y ampliar nuestro sentido de vida puede generar una comunidad humana mucho más consciente de la dimensión sagrada que nos vincula a todos. 

Una de las charlas magistrales fue la del gran neurocientífico y psicofarmacólogo Robin Carhart-Harris, pionero globalmente reconocido por sus investigaciones en torno a los efectos de los psicodélicos en el cerebro, es también fundador del Centro de Investigación Psicodélica en el Colegio Imperial de Londres, y fue él quien postuló la hipótesis del cerebro entrópico, permitiéndonos entender un poco más acerca de la naturaleza de la consciencia, pues el cerebro ordinariamente fija la actividad sináptica en un entramado neuronal conocido como la Red Neuronal por Defecto (Default Mode Network), donde se almacena nuestra identidad habitual, nuestro sentido del Yo y nuestro entendimiento del mundo, como una especie de programa con el que nos vinculamos a la vida. Esta Red Neuronal por Defecto puede a veces encerrarnos en una concepción muy limitada acerca de nosotros mismos y de los demás en circuitos de pensamiento rumiante que conducen a distintas problemáticas de la salud mental, como la depresión, las tendencias obsesivas o las adicciones, y cuando utilizamos una sustancia psicodélica, la actividad sináptica de la Red Neuronal por Defecto se libera y se permite esparcirse por otras regiones del cerebro a las que normalmente no tenemos acceso, permitiendo expandir así nuestra sensación de identidad y nuestro entendimiento de la vida, del mundo, de la comunidad humana y del universo, llevándonos a una expansión de consciencia y fomentando una mayor neuroplasticidad mediante la cuál podemos disolver y transformar nuestros hábitos enfermizos para construir un sentido más sano y amplio de la vida, por lo que el uso seguro y adecuado de estas sustancias pueden contribuir a una mejora en la salud mental.

Otra de las grandes exposiciones fue la de Anil Seth, renombrado neurocientífico cognitivo y computacional enfocado a estudiar la consciencia y sus propiedades. En su charla nos mostró cómo los estudios de las neurociencias han demostrado cómo nuestra percepción de la realidad no es un fiel reflejo de lo que existe realmente ahí afuera, sino que percibimos el mundo a través de un complejo proceso de construcción cerebral basada en información sensorial y predicciones internas en lo que él llama una Alucinación Controlada. Esto quiere decir que no percibimos el mundo tal cual es, sino que el cerebro toma los distintos estímulos y construye un modelo de realidad en el que habitamos a manera una “simulación”. Esto también implica que nuestro sentido del Yo es también una construcción ilusoria, que proviene al conjuntar las percepciones sensoriales del mundo externo, de la captación de nuestros pensamientos y emociones y de las representaciones que tomamos del contexto histórico, social y cultural. Somos constructores activos de nuestra realidad, y estas sagradas psicotecnologías psicodélicas nos permiten reestructurar nuestra percepción para volvernos arquitectos de nuestro propio mundo interno y externo. Finalmente, ante la pregunta de si es posible que la Inteligencia Artificial se vuelva consciente, Anil Seth nos recuerda que tendemos a proyectar cualidades humanas en nuestras propias creaciones tecnológicas, y al hacerlo, sobrevaloramos a la Inteligencia Artifical y subvaloramos nuestras propias capacidades, lo que nos lleva a crear falsas ilusiones de que ésta se vuelva consciente, cuando en realidad se trata de una herramienta para que nosotros mismo nos volvamos más conscientes de nuestra capacidad creadora.

Cosmos y Trascendencia



Una de las temáticas que estuvo presente y que fue expuesta por varios ponentes, fue el tema de la Experiencia Mística, las visiones de la divinidad, las vivencias cumbre, y la Consciencia Cósmica. Es ya bastante conocido que el uso de estas sustancias psicoactivas y plantas sagradas abren las puertas de la percepción para llevarnos a entrar en contacto con la esencia más profunda de nuestro Ser.

Jamie Wheal, autor de “Stealing Fire” y “Recapture the Rapture”, y fundador del Flow Genome Project, y ha sido un gran impulsor del uso multidisciplinario de tecnologías en conjunto con la psicología y las neurociencias para el desarrollo del máximo potencial en los seres humanos. En su charla nos habló de las distintas tecnologías del éxtasis y los estados expandidos de consciencia para catalizar una evolución del ser humano más allá de los límites imperantes y llevarnos a una nueva era de una humanidad global de súper-humanos. Propone que el acceso a los estados de consciencia expandida no solo benefician al individuo sino a la humanidad entera, ayudando así a una transformación colectiva para solucionar problemáticas sociales. Además habló de los beneficios de utilizar los psicodélicos más allá de los modelos médico y psicoterapéutico, haciendo énfasis en los usos sacramentales y ceremoniales, elevando nuestro entendimiento colectivo como parte de una civilización global y hasta cósmica.

En el panel de Juegos de la Percepción, donde me tocó participar junto con Juan Carlos Torres, escritor también conocido como Búho, y con Raúl Romero, director de Capitalismo Consciente en México, mesa moderada por la ex senadora Alejandra Lagunes, hablamos acerca de cómo salir de la Matrix, es decir, cómo el sistema económico y político, así como la cosmovisión dominante que nos hace creer que somos seres puramente egoicos e individuales, separados de los demás, y cómo podemos romper con estas creencias limitantes acerca de nosotros mismos, para elevar la mirada hacia las dimensiones cósmicas y sagradas de las que nos han hablado las tradiciones místicas y chamánicas alrededor del mundo. El ser humano es mucho más que un ego encapsulado en un cuerpo, y cuando nos reconocemos como parte de un Todo al que pertenecemos, cuando recordamos que somos Dios mismo mirándose a través de nuestra consciencia, entonces podemos cambiar nuestra actitud ante la vida, cooperar en vez de competir, crear comunidad en vez de obrar desde el individualismo y el egoismo, tomar responsabilidad de nuestros actos para actuar de manera consciente en este gran juego de la existencia, en el que la Consciencia Cósmica se está experimentando a sí misma a través de cada uno de nosotros.   

Así mismo Alex y Allison Grey, nos platicaron acerca de su propio camino explorando las dimensiones cósmicas de la consciencia a través del arte visionario. El arte es, para ellos, un espejo a través del cuál el universo puede autocontemplarse, y el artista es aquel que se sensibiliza para captar y plasmar estas visiones cósmicas y divinas se logran manifestar en la existencia espacio-temporal. El orden y la simetría que se expresa en el arte es un reflejo de aquel reino del espíritu en el que todo se encuentra interconectado, eterno e infinito. Los psicodélicos nos invitan a reflexionar sobre preguntas filosóficas tan fundamentales como ¿Quiénes somos? ¿Cuál es la naturaleza de la consciencia y la realidad? ¿Cuál es mi propósito y cómo puedo servir al mundo? Al mismo tiempo, nos relatan los Grey que los psicodélicos les han traído varias enseñanzas como la aceptación de los otros, que toda la vida es sagrada, que todos los dioses y todas las religiones son esencialmente una, que todo está interconectado, que la realidad es multidimensional y que Todos Nosotros Somos Espejos Sagrados de la Fuerza Cósmica Creadora. Hacer arte es un acto de alineación con la creatividad universal, y que todos somos artistas de nuestra propia vida, que la consciencia es nuestro medio primario, pintando y diseñando la imagen de nuestra propia realidad.

El Sistema, política y legalidad de las plantas sagradas



Y lo interesante es que todo este diálogo, todas estas exposiciones y presentaciones de ideas, tienen como propósito el abrir un camino nuevo para México, en un momento en el que el Norte Global está abriéndole las puertas a los psicodélicos dentro del sistema legal, creando leyes que permiten el uso de la psilocibina y otras sustancias psicoactivas dentro de la terapia y la psiquiatría, con Estados Unidos y algunos países europeos encabezando el llamado Renacimiento de la Ciencia Psicodélica. Y ¿Dónde se encuentra México en temas de legalidad y regulación de las plantas sagradas? Estos temas se discutieron en panel de diálogo llamado “El Sistema”, donde participaron la ex senadora Alejandra Lagunes, la abogada de ICEERS Natalia Rebollo, y el titular de la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (Conasama) Juan Miguel Quijada.

Siendo México el país con mayor biodiversidad de flora y fauna psicoactiva en el mundo, con una enorme diversidad de poblaciones indígenas que han hecho uso ceremonial de estas plantas y hongos sagrados, es una situación trágica que sean otros países quienes estén avanzando enormemente en temas de terapia asistida con psicodélicos, mientras México se ha quedado atrás y no ha valorado la enorme riqueza de plantas sagradas y las tradiciones indígenas. Ante esta situación, la ex senadora Alejandra Lagunes está proponiendo una iniciativa de ley que permita integrar tanto las investigaciones de la ciencia, la medicina, la psiquiatría y la psicoterapia modernas, junto con la sabiduría ancestral de los pueblos originarios de México, buscando una integración de ambas perspectivas, tejiendo puentes entre la sabiduría ancestral indígena y la ciencia y la medicina psicodélica, para crear una revolución del pensamiento, evitando también los errores del pasado, como la colonización espiritual, la apropiación cultural y el extractivismo, buscando establecer un nuevo paradigma, y una nueva política en la ciencia psicodélica avance de la mano con la sabiduría de los pueblos originarios de México.

Además, esta iniciativa propone que, a diferencia de los países del Norte Global, donde la terapia psiquedélica es accesible únicamente a personas que puedan pagar costos exorbitantes, por ejemplo, en Oregon una sesión de psilocibina cuesta alrededor del equivalente a $30,000 pesos, por lo que Alejandra Lagunes busca que el acceso a estas medicinas sagradas sea más bien como un servicio de salud pública, garantizando el acceso equitativo para las personas que lo necesiten. Otra participante, Natalia Rebollo nos habló de manera muy inspirada, poética y con palabra florida, acerca de la importancia de la Ley de Origen, es decir, el derecho fundamental que tienen los pueblos originarios al uso ritual de sus plantas sagradas, considerado este derecho como algo sagrado y por encima de las leyes del estado moderno.

La propuesta de la senadora intenta establecer una política en donde se reclasifique la psilocibina de sustancia de clasificación 1 (nociva para la salud y con alto grado de adicción), a la clasificación 3 (con bajo índice de riesgos y con potencial médico o terapéutico), para que la psilocibina pueda llegar a ser prescrita por médicos o psiquiatras en un contexto terapéutico controlado para el tratamiento de diversos problemas de salud mental. Asimismo, se propone que los hongos pasen a considerarse como ‘enteógenos’, en vez de ‘drogas’, facilitando así el respeto por las tradiciones indígenas y sus artes ceremoniales, buscando también que la UNESCO reconozca el uso ceremonial de los hongos como patrimonio de la nación mexicana y de la humanidad, de manera que puedan protegerse los saberes ancestrales indígenas, al igual que la biodiversidad de los territorios en donde crecen los hongos y las plantas sagradas. Esto permitiría crear un innovador paradigma de interculturalidad y respeto a la pluralidad de cosmovisiones. Se trata pues, de un movimiento único en el mundo, que hace frente a los discursos dominantes del Norte Global con respecto al uso de los psicodélicos y posicionaría a México como líder global en un nuevo paradigma enteogénico donde ciencia y tradición avanzan de la mano.

 

Reunión de la Comunidad de Psiconautas



Este evento permitió también que los asistentes se conectaran con otras personas apasionadas de estos temas, tejiendo así vínculos que permitan establecer una comunidad consciente e informada. El piso de arriba se convirtió en un punto de encuentro entre diversos agentes y colectivos de la sociedad enteogénica de México, pues el NIDO de cuidado psicodélico, (proyecto del cuál soy co-fundador junto con mi compañero Eduardo Silva), montó un espacio con alfombras, cojines, un altar central y materiales artísticos para pintar o dibujar, cosas que normalmente llevamos a los festivales de música electrónica para proveer de un espacio seguro para aterrizar con calma en casos de crisis psicodélicas. Gracias al NIDO, bastantes personas pudieron encontrar un refugio seguro dónde sentarse, acostarse y relajarse en las pausas y descansos de las conferencias, encontrándose así también con otros psiconautas y exploradores de la consciencia y creando nuevas conexiones y amistades. Además, en dicho espacio estuvo José Montemayor Alba, co-fundador de la Cyberdelic Society, y estuvo ofreciendo experiencias ciberdélicas a través de lentes de realidad virtual. También estuvieron presentes algunos miembros de Mindsurf y otros colectivos psicodélicos de México. Había una mesa para dar informes acerca del NIDO, y de otros proyectos, como la Especialidad en Enteógenos y Plantas Sagradas que dirijo, y el proyecto de Normalize Psychedelic, que estaban recolectando historias psicodélicas de los asistentes, para crear una colección de las historias de sanación y transformación que hemos vivido quienes hemos podido vivir experiencias con los psicodélicos. Pudimos apreciar igualmente algunas de las obras en pintura del artista visionario mazateco René Alvarado, cuya obra artística retrata las experiencias enteogénicas, las ceremonias con los hongos, así como os simbolismos de la cosmovisión mazateca. Reunidos los diversos rostros y corazones de la comunidad psicodélica de activistas y psiconautas de México, recordamos que juntos podemos hacer grandes cambios y trasformaciones si nos unimos y colaboramos para construir proyectos que sirvan para educar, cuidar y transformar el ecosistema psicodélico de México. 

El Retorno de Quetzalcoatl: Hacia una Revolución de la Conciencia



La Cumbre de Ciencia Psicodélica de Qualia sirvió como un punto de encuentro en donde convergieron tanto las tradiciones indígenas como la ciencia psicodélica, la comunidad de activistas, de artistas visionarios, científicos y tejedores de historias. En dicho evento ocurrieron algunos instantes de consciencia, destellos de eternidad y visiones de una humanidad expandida, mucho más conectada con la naturaleza y con una percepción de nuestra identidad como seres cósmicos y en armonía con el universo. Todo esto abona el suelo nutricio que es México, el país con mayor diversidad de flora y fauna psicoactiva, así como de una amplia pluralidad de tradiciones indígenas que hacen uso de estas plantas sagradas, para crear un modelo revolucionario del uso de enteógenos que logre integrar la sabiduría ancestral y la ciencia psicodélica, preparando el terreno para un despertar colectivo de consciencia.

Este encuentro diseñado por Qualia ha tenido gran impacto en la consciencia colectiva de México, y seguramente pasará a la historia del movimiento psicodélico como un momento crucial para el comienzo de una nueva era en relación al uso de las plantas sagradas en este país. Tanto por la cuidadosa y elaborada producción, como por la reunión entre agentes internacionales y nacionales, así como la búsqueda de conciliación entre polaridades como la ciencia y la tradición, lo ancestral y lo moderno, lo local y lo global, Qualia nos invita a elevar la mirada hacia el reino mítico y arquetípico de donde surgen sueños y visiones, al terreno sagrado de donde han bebido todas las grandes culturas, ahí donde nacen los mitos y los simbolismos que permiten al ser humano vincularse con su destino cósmico.

Ahí, en ese misterioso tejido de imágenes arquetípicas, resuena desde el México Profundo un ondulante movimiento al que nuestros antepasados llamaron Quetzalcoatl, la serpiente emplumada, divinidad que habita en la memoria ancestral del pueblo mexicano, que es a la vez serpiente y ave, simbolizando la unión de lo terrestre y lo celeste, a manera de Uróboros, serpiente que se muerde la cola, uniendo el pasado ancestral con el deslumbrante futuro, en el abrazo del eterno presente, el aquí y el ahora, este instante de consciencia en el que convergen todas las potencialidades de nuestro Ser. Siguiendo esta lógica de sueños y visiones, podemos hablar de que en México, más allá de un Renacimiento de la Ciencia Psicodélica, nos encontramos ante un escenario mítico que los antiguos llamaron el Retorno de Quetzalcoatl, un momento donde pasado y futuro se dan la mano, donde honramos la sabiduría ancestral y al mismo tiempo caminamos junto a la ciencia y la innovación, habitando el presente con lucidez, en la intuición del instante, en el aquí y ahora, donde presenciamos un momento histórico de revolución de la consciencia.

Un Abrazo Cósmico

Gracias Qualia, gracias Paola Ambrosi, Gracias Alejandra Lagunes y gracias a todas las personas que nos permitieron presenciar estos instantes de consciencia que brindan paz, que nos traen calidéz y nos recuerdan nuestra esencia trascendental. Se sintió como un gran abrazo del universo.



¡Enlázate con estos proyectos!

Qualia:
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BeTranspersonal

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Alejandra Lagunes

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Oneiros Speculum

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NIDO de Cuidado Psicodélico

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Tuesday, September 10, 2024

 

La Magia que brotó del

Concierto-Ritual de Río Vasudeva

Reseña por Mario Alonso “Oneiros”.

 

Introducción a la Ceremonia Musical

El 31 de agosto del 2024 se congregó una tribu de personas provenientes de distintas localidades, convocados por el artista y cantante emergente Río Vasudeva, para presenciar un Concierto Ritual llamado “Oraciones e Invocaciones II”. Los que pudimos asistir a esta Ceremonia Musical vivimos un profundo proceso de transformación del alma, ya que por medio de los rezos electrónicos y cantos medicina contemporáneos Río hechizó nuestros corazones y nos hizo soñar con un mundo lleno de amor y armonía, desplegando nuestras almas y elevándonos con frecuencias galácticas, chamánicas y psicodélicas.

El suceso ocurrió en el espacio íntimo y acogedor de la Casa Crisálida, en la colonia Condesa, de la CDMX, que se convirtió en un capullo de metamorfosis y experiencia inmersiva gracias a las instalaciones de visuales que se sincronizaban con la música, creando atmósferas luminosas que nos acompañaron en el viaje sonoro, al mismo tiempo que se proyectaron imágenes en el escenario, y cada imagen iba siguiendo la letra de las canciones, lo que nos permitió seguir la narración visionaria como si se tratara de un vuelo de la imaginación colectiva. No faltaba el humo de incienso y de distintas esencias aromáticas, por lo que más que un espectáculo, pudimos vivir verdaderamente una Ceremonia.

El Concierto-Ritual comenzó con la música sonovisionaria de Axel García, quien con instrumentos como el digderidoo y cuencos tibetanos nos fue narrando la historia del comienzo del universo, cuando existía el vacío fuera del tiempo, y cómo surgieron todas las cosas por medio de los sonidos primordiales. Posteriormente, Axel tomó la guitarra y nos compartió algunas canciones que nos prepararon para alinear nuestro corazón con la magia del instante. Fue también Axel García quien con su iluminación sincronizada con la música y las proyecciones visuales creó una atmósfera de ensoñaciones sonoras.

La magia musical de Río Vasudeva


Mucho se ha escrito acerca del papel que juega la música en la transformación de la consciencia, y cómo en los antiguos rituales los chamanes modulaban las emociones de la tribu mediante tambores, cantos, danzas y demás técnicas arcaicas del éxtasis, para producir cambios en la interioridad de quienes participan en el ritual, elevando su consciencia mediante vibraciones sonoras que inspiran sentimientos de armonía cósmica y divinidad interna.

Pues bien, Río Vasudeva cumple este mismo papel chamánico de elevación de la consciencia en un mundo modernizado, actualizando las técnicas del éxtasis para fusionar la sabiduría ancestral mediante instrumentos más contemporáneos. A través de los sonidos de instrumentos ancestrales como flautas de barro, tambores chamánicos, caracoles y sonajas, a la vez que aparatos electrónicos, repetidores y sintetizadores, creando una fusión de horizontes entre lo prehispánico y lo electrónico, entre lo ancestral y lo moderno, lo nagual y lo tonal.

A manera de mago sonoro, Río nos condujo a través del Misterio, con cantos medicina que parecen provenir de las profundidades de un alma sensible y en conexión con el espíritu. Sus cantos, nos comentaba, fueron canalizados y sintonizados desde las regiones del espíritu, y al escucharlos despiertan nuestras facultades intuitivas y nos invitan a explorar las regiones invisibles del alma.

Después de unas cuántas canciones, el momento de música nagual concluyó, y pasamos a una siguiente etapa de música tonal, con ritmos más movidos, alegres y hasta pícaros, como la Cumbia Rica, que comienza suave y relajante, y luego se torna loca, para andar salvaje, con ritmos coquetos, psicodélicos y extasiantes, o la ya bastante famosa “Con Calma”, con mensajes de alegre sabiduría, de optimismo y de elevación de consciencia. Mensajes cósmicos y galácticos, invitándonos a reconocer la poesía divina, que estás afuera y dentro, y llevándonos en un vuelo mágico, mediante sonidos que se expanden y enrollan con calma.

El público también formó parte de la magia, ya que muchos de nosotros participamos uniéndonos al canto, y por veces dejándonos guiar por Río, quien coordinaba el coro creado por las voces de la Tribu, por lo que juntos co-creamos esta sinfonía de almas.

 

Terminando el Ritual

 

Después de la presentación de Río Vasudeva, se presentó el ensamble SOMOS, que se componía de Hugo, Ana, Atlantis y Miguel (Río Vasudeva). Dicho ensamble creaba atmósferas con cuencos, palos de lluvia, tambores y otros instrumentos a la par que se leía poesía, que nos invitaba a imaginar y explorar temas como la Identidad, nuestra conexión con los otros, la magia, el presente, etc. Este ensamble vino a recordarnos que SOMOS una tribu humana, y que juntos podemos co-crear nuestra realidad, si nos reconocemos como hermanos y trabajamos por una humanidad más despierta.

Al final hubo un momento de diálogo con el público y algunos de los asistentes compartieron el impacto que esta Ceremonia Musical tuvo en ellos, y cómo a través de la música de Río se producen transformaciones del alma, que nos incitan a explorar nuestra espiritualidad y a conectar con los demás miembros de la Tribu.

Conclusión

La música de Río Vasudeva no es solo un acto artístico; es un viaje, una invitación a reconectarnos con lo más profundo de nuestro ser y con la comunidad que nos rodea. A través de sus sonidos, Río teje puentes entre lo ancestral y lo moderno, recordándonos que la verdadera magia está en la capacidad de soñar juntos, de elevar nuestra consciencia colectiva, y de crear espacios donde el amor y la armonía florezcan.

Así como la música de Río tocó nuestros corazones en esta ceremonia, te invitamos a dejar que su arte te transforme, te inspire y te haga soñar con un mundo más despierto y unido. Porque en cada nota y cada canto, hay un llamado a la unión y a la trascendencia, un recordatorio de que la música tiene el poder de cambiar el mundo, una melodía a la vez.

Así es que te invito a que sigas el proyecto de Río Vasudeva, y no te pierdas del siguiente Concierto-Ritual, para que puedas sumergirte en esta experiencia sonora y descubras la belleza de ser parte de esta Tribu galáctica.

 

Enlázate con estos proyectos!

Para seguir el proyecto de Río Vasudeva:

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Axel Sonoterapeuta:

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Ensamble Somos:

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Para conocer los siguientes eventos de Casa Crisálida:

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Para seguir al autor del artículo, Oneiros Speculum:

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